Pocos productos de maquillaje consiguen como el colorete borrar los signos de cansancio, realzar el volumen de los pómulos y aportar vivacidad a nuestro rostro. Sin embargo, si lo aplicamos mal o no usamos la textura y el color adecuado el efecto suele ser bastante desastroso.
Aquí os daremos unas pautas de cómo realizarlo para conseguir el acabado de un buen maquillaje profesional:
Seleccionando el color
El color del colorete está relacionado con el tono de piel:
- Pieles claras: colores claros, rosados o con poca diferencia con el color natural.
- Pieles medias: colores rojizos o rosados de no mucha intensidad.
- Pieles morenas: tonos marrones, cobre o rosados intensos,
- Pieles oscuras: tonos burdeos o similares al bronce.
En cualquier caso, los tonos de la gama del melocotón suelen resultar muy favorecedores para todo tipo de piel.
Y si no lo tienes claro un buen polvo bronceador de la intensidad adecuada puede serte de mucha ayuda a la hora de conseguir un resultado favorecedor y muy natural.
Ten en cuenta tu tipo de piel
El tipo de piel también influye a la hora de elegir tu colorete.
Elige los coloretes en mouse o crema cuando tengas la piel seca pues te darán un aspecto mucho más natural. Sin embargo, si tienes una piel mixta o grasa lo mejor es que te decantes por los coloretes en polvo porque se distribuirán más homogéneamente sobre tu piel y además te aguantarán mucho más.
Para las pieles secas la versión en polvo es perfectamente válida. El decantarse por una u otra textura es más cuestión de gusto y de preferencia de acabado.
Cómo aplicar el colorete
En el caso del polvo utiliza siempre la brocha para aplicar lo. El de crema o mouse se aplica directamente con las manos.
Aplícalo siempre desde el pómulo hacia la sien llegando hasta la línea del cabello y para darle un aspecto homogéneo a la piel difumina bien los bordes.
No dudes en aplicar varias capas de colorete hasta que estés completamente convencida de su intensidad. Siempre es mejor quedarte corta y retocarlo que tener que retirar.
No obstante si ves que te has pasado de color, utiliza una brocha limpia con polvos transparentes hasta que corrijas el tono.
Y un último consejo: Recuerda al maquillarte que el colorete, las sombras y el color que elijas para los labios deben estar en armonía para garantizamos un look completamente natural.